Sin ambición no hay pyme ni plan de marketing que valga, sin ambición es imposible emprender. Cada día, me llegan varios inputs acerca de los valores que deben inspirar a las personas, de los buenos y malos valores. Aunque cuando son malos ya no se les llama valores, sino defectos…
Hasta cierto punto, tiene gracia la moralina de las virtudes y valores que deben inspirarnos a nosotros, a nuestros actos, a nuestras empresas, a nuestros proyectos, cuando la realidad es que el motor inspirador de una persona o de un proyecto no puede ser tildado de esto o aquello según una tabla de lo bueno y lo malo.
Y me explico:
Para emprender y poner en marcha una pyme en los tiempos que corren o para trabajar cada día para mantener tu pyme abierta, en funcionamiento y capeando el temporal hay que tener un gran motor inspirador que tes haga impulsarte hacia delante y hacer que lo imposible, sea posible, aunque solo sea esta vez.
La ambición no es buena, ni mala, per se. Para disponer de información objetiva al respecto, aquí pongo la definición de la RAE de ambición:
1. f. Deseo ardiente de conseguir poder, riquezas, dignidades o fama.
¿Es bueno o malo el ambicioso que usa ese instinto o ese motor inspirador, que prefiero llamarlo así, para proyectos buenos?.
Si el deseo ardiente de conseguir riquezas te lleva a matar para conseguirlo, la ambición es mala.
Si el deseo ardiente de conseguir riquezas, te lleva a crear una pyme, bien pensada, con un plan estratégico de marketing «ambicioso», donde se han estudiado todos los elementos que pueden influir en tu negocio, donde se ha hecho una previsión de costes e ingresos, donde se ha calculado el umbral de rentabilidad y que este te permita contratar empleados y crecer y desarrollar tu idea; en ese caso, la ambición es buena.
Como creo firmemente que la «buena» ambición es el motor de nuestras vidas, y es lo que hace que el mundo se mueva hacia adelante, les traigo un ejemplo.
La ambición, de la que yo hablo, hace que podamos trabajar en equipo, con preparación, perseverancia, emoción y, si es posible, tratando de divertirnos mientra lo hacemos, por eso aquí les dejo este vídeo donde todos estos valores que he nombrado + la ambición les ha llevado a lograr fama… y más cosas.
Su principal motor no es el viento, es la ambición (aunque el viento cuenta).
Kvilar Consultores, tu agencia de marketing en Tenerife. Creemos en ti y creemos que la ambición hará que podamos transformar lo imposible en posible. Te esperamos
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